domingo, 8 de febrero de 2009

Los propietarios del capital estimularán a la clase trabajadora para que compre más y más bienes, casas, tecnología cara, empujándoles a contraer deudas más y más caras hasta que la deuda se haga insoportable. La deuda impagada llevará a la bancarrota de los bancos, los cuales tendrán que ser nacionalizados.

El Capital, Karl Marx

¿Alguien duda aún, del análisis ciéntifico sobre el capitalismo que Marx hizo hace más 100 años?

domingo, 2 de noviembre de 2008

Breve reflexión...

Toda clase dominante se ve obligada,

para conseguir sus objetivos, a

presentar sus intereses como el interés

común de toda la sociedad; esto es:

a dar a sus ideas la forma de la generalidad,

a presentarlas como las únicas razonables,

las únicas válidas de modo general...

Karl Marx.


Piénsen sobre ello...

Alex

jueves, 23 de octubre de 2008

¿Hasta cuando vamos a seguir ''tragando''?

La reflexión que pretendo evocar hoy en este texto, debería ser simple y sencilla. Quizá pueda resultar un poco repetitiva, o no; pero el grado de indignación que alcanzo al leer un periodico cada día, va in crescendo a medida que las bolsas y los mercados se hunden más. Parece que no nos queremos dar cuenta; el capitalismo está en crisis y todos los trabajadores y las trabajadoras van a pagar las consecuencias de unos y otros explotadores y vividores, que van a hipotecar nuestro futuro, esclavizandonos para poder pagar, posteriormente, el coste de esta crisis.

La cuestión está clara. La mala gestión neoliberal de los Estados Unidos, y el famoso laisser faire, laisser passer que ha permitido la administración Bush, llevaron los mercados a una espiral de consumo desmesurado que ha acabado por explotar, haciendo caer la banca estadounidense y europea. Hace más de un siglo y medio, un filósofo, economista y sociólogo, advirtió del peligro de la economía capitalista, y las políticas liberales. Hoy, los neoliberales y sus políticas, deben recurrir a las ''viejas y arcaicas'' políticas que Karl Marx, pronosticara. Y es que, hace una semana, nos lebantamos con la noticia de que la famosa obra, 'El Capital', de Marx, ha triplicado sus ventas. ¿Puede ser este el paso definitivo a una economía justa e igualitaria como propuisera en el siglo XIX el filósofo alemán?

Lo que está claro, es que los riesgos de un número muy pequeño de personas, van a costar a muchas familias y a muchos trabajadores su empleo y su ''bienestar''. El capitalismo, nos ha traido desarrollo económico. Sí, pero la pregunta siguiente es. ¿A que precio? Una tercera parte del mundo ha conseguido ese desarrollo económico, gracias a la pobreza y la sumisión de las otras dos terceras partes, ¿justo? A menudo, he oído un argumento, tan lamentable como falaz. Me decía: 'Yo soy capitalista, porque el comunismo genera justicia, pero el capitalismo crea libertad'. Desde luego que el comunismo genera justicia; justicia en forma de igualdad, y esa igualdad se debe traducir en una igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos. La duda me llega, cuando pienso en la segunda premisa de la afirmación. ¿Realmente el capitalismo crea libertad? No he oído jamás, un comentario más jocoso y contaminado que ese.

Las artes capitalistas han conseguido construir unos microcosmos, llamados estados del primer mundo, en los cuales, sus habitantes son los más engañados de los millones de ciudadanos de este planeta. Los ciudadanos, avanzados y desarrollados, del primer mundo, creen vivir en estados democráticos, donde sus derechos y libertades se respetan. Nada más lejos de la realidad. Los ciudadanos europeos, somos tan esclavos como los ciudadanos africanos. El capitalismo considera el músculo humano, igual que la fuerza de una máquina, o el ímpetu de un animal. Para un capitalista, un ser humano, lo único que ve en otro ser humano es su capacidad productiva, que obliga a venderle a cualquier precio, explotando así a todos los trabajadores. Supongamos un ejemplo. Un empresario gana 10 unidades de dinero, con dos trabajadores contratados, a los cuales paga 1 unidad de diner a cada uno. Esos dos trabajadores conseguiran, probablemente, duplicar esos beneficios, pasando de 10 a 20 unidades. ¿Alguien cree, que el capitalista, les va a pagar algo más, por haber conseguido duplicar beneficios? Es evidente que no. Es aquí donde la libertad brilla por su ausencia, y donde la explotación realiza su aparición estelar, en forma de plusvalía, concepto que Marx acuñara ya hace más de un siglo. Queda demostrada la bajeza e incongruencia del argumento anteriormente comentado.

Lo que cabe ahora preguntarse es, ¿hasta cuando vamos a seguir ''tragando''?

Alex

jueves, 2 de octubre de 2008

''Yo pensaba que los mercados se equilibraban solos...''

Es lo que piensa una mente adoctrinada bajo el conocimiento del capitalismo. Desde pequeñitos nos dan de mamar el maravilloso mundo del capital y el individualismo. Aprendemos a que tenemos que ser los mejores, que debemos pisotear al de al lado por nuestro éxito personal y exclusivo, que no debe importarnos otra gente; bueno si nos pagan, sí. En resumen, el individualismo mata a la sociedad, y, ¿puede el individuo realizarse fuera de la sociedad? La respuesta obvia es sí, puede realizarse. Puede realizarse, andando a cuatro patas, balbuceando o, sencillamente imitando una pantera o un oso.

Últimamente, la crisis es el tema estrella en todos los corrillos y foros de debate. Y es que deberíamos ir empezando a buscar culpables a todo este embrollo. Parecera sorprendente, pero el culpable de todo esto se llama ''liberalización'', término derivado de ''liberalismo''. El no control por el que aboga todo capitalista, ha explotado en la cara del país capitalista por excelencia, y de todos aquellos que han defendido en algún momento a aquellos que han negado esta crisis. Pensábamos que el mercado era el mejor ente comercial jamás inventado por el hombre, sólo los ''fanáticos'' comunistas desconfiaban de él, pobres ingenuos. Pero de repente, las bolsas mundiales se desploman, y el liberalismo debe tragarse sus palabras con su rabia, mirar al mundo capitalista y admitir, ''estoy interviniendo en la economía''. Quizá todo el mundo cree, que eso es una medida socialista, pero que no os engañen. Que los Estados Unidos, estén pagando con el dinero de todos los estadounidense, los riesgos e incompetencias de unos cuantos ''aprovechados'' que siguen viviendo del cuento, no es una medida socialista. Al contrario, es una medida injusta que crea desigualdad social, ergo, es una medida totalmente capitalista. Salvarle el culo al que más tiene, con el dinero de los que menos tiene. ¡Oh, que libre y justo, es el capitalismo!; nótese el sarcasmo y el cinismo propio de un sociológo poco experimentado.

La conclusión obvia, pero que nos intentan esconder, para el beneplácito de votantes de grandes partidos de masa, y defensores del capitalismo, es que el liberalismo ha entrado en crisis. Locke y sus contemporaneos, deben estar revolviéndose en sus tumbas, sus teórias, con el paso de los siglos, se ha desmostrado incompetente y nada científica. ¿Que científico confía en una mano invisible? De dementes... En resumen, ¿vamos a seguir pagando los riesgos de algunos, que si ganan no comparten, y si pierden, sí comparten esos gastos? ¿Hasta cuando vamos a tragar las injusticias de este sistema? No os engañéis, si está crisis nos la pintan tan grave, no es porque las bolsas puedan desplomarse, o que la población capitalista pueda quedarse sin abastecimiento; si esta crisis es grave, es porque demuestra lo que algunos quieren esconder, el capitalismo está en horas bajas.

Alex

domingo, 21 de septiembre de 2008

Socialismo y Revolución

Mucho se ha escrito sobre la lucha revolucionaria. Revisionismo ideológico, escisiones dentro de los movimientos de base... Una evolución constante que sin embargo se ha quedado en lo escrito. No se ha dado el paso que diferencia la utopía, como se empeñan en calificar nuestra causa, de la praxis más absoluta. Cierto que el estudio, la preparación, es algo necesario e inherente a todo revolución, pero no nos engañemos. Cada día que pasa, nos imbuimos más en la espiral del sistema capitalista y la lucha se limita a las tertulias de salón y a los mundos virtuales. Cada día que pasa, en Africa mueren varios miles de niños por inanición, en Oriente Próximo el gasto militar de USA supondría la erradicación total de la pobreza mundial, y en Europa hay nuevas ediciones de Gran Hermano... Pero todo sobre la mesa. Como si olvidándonos de la situación, el mundo parase a la espera de nuestra actuación, como si cada vez que vamos a tomar una copa, el niño no tuviese hambre, y en Gaza los Racimos creciesen en los campos y no en los bombarderos b52. Pero no pensemos en ello. Tenemos un trabajo, un techo, una pareja y un espejo mágico que nos muestra lo bien que nos va. Lo tenemos todo, ¿o no?. El trabajo, propiedad del empresario capitalista. Cadena y guardián del sistema. Dispone de nosotros según su beneficio y no el de la sociedad. ¿Llena sus arcas? El obrero mantiene su sueldo. ¿No gana lo suficiente? Echa al obrero. No es una persona, simplemente una máquina, a la cual se le retribuye, no su producción, sino el carbón para su funcionamiento, y unas cuantas gotitas de aceite, para su docilidad. ¿Techo? Depende de los bancos y sus señores. ¿Pareja? Perdón, no se encuentra disponible en estos momentos, quizás una vez satisfecho su propio interés, se pase por aquí...

Que hay problemas, todos lo sabemos. Que la actuación, y no la especulación es la única salida, nos parece obvio. Y que no vamos a hacer nada, lejos de vivir en estas líneas, desgraciadamente también es una realidad.


Son solo unos esbozos, de lo que todo persona crítica con el sistema actual puede ver. Más adelante desgranaré cada punto, demostrando como todo depende de una única cosa, el $. Simplemente quiero recordar desde aquí, que no nos podemos limitar a una filosofía mas o menos elaborada, sino que la calle, es el mejor foro. Que no nos podemos limitar a Mc Donalds, y reuniones del G8. Y utilizando las palabras de Di Giovanni, con el que únicamente me une la decisión de revuelta y de lucha, concluyo,

"No busqué afirmación social, ni una vida acomodada, ni tampoco una vida tranquila. Para mí elegi la lucha. Vivir en monotonía las horas mohosas de lo adocenado, de los resignados, de los acomodados, de las conveniencias, no es vivir , es solamente vegetar y transportar en forma ambulante una masa de carne y de huesos. A la vida es necesario brindarle la elevación exquisita del brazo y de la mente."

Ensis

sábado, 20 de septiembre de 2008

La responsabilidad del entrenimiento

El pasado jueves día 17, la ''periodista'' Mercedes Milà, recibía de manos de la Asociación Española contra el cáncer, un premio por su infatigable, y a menudo, cansina, campaña contra el tabaco. Tras la recogida del premio la presentadora del programa más famoso e indigno de la historia de la televisión en España, a la altura de programas como el recién estrenado ''No es programa para viejos'', del cual me ocuparé en próximos escritos, nos deleitó con el discurso de rigor que todo premio merece. Lo más remarcable de la oratoria de ''la Milà'' fue la palabra responsabilidad, articulada para referirse a la autoridad moral e incipiente que la televisión realiza sobre la masa espectadora.

¿Realmente, Mercedes Milà es consciente de la responsabilidad que le otorga presentar un programa de tales características? ¿No resulta paradójico que la presentadora del programa, no precisamente sobrado de personajes premiados con algún Nobel, hable de responsabilidad? Sinceramente, creo que tanto aquellos que ven como los que no ven este tipo de programas, son conscientes del daño social que producen estos formatos televisivos. ¿Merecen un respeto los millones de personas que cada edición ven Gran Hermano? La respuesta obviamente es sí. Sin embargo, el mundo de la comunicación televisiva es un ciclo vicioso. Seguramente esos millones de personas que se tragan edición tras edición, todas las versiones de realities realizados en España, no lo verian sino lo dieran. No defiendo una televisión compuesta por programas de cultura y de filosofía crítica. Pero si incluso Mercedes Milà es consciente de la responsabilidad que poseen tanto presentadores como productores sobre las masas, ¿porque no se esfuerzan en ofrecer una televisión, que por lo menos no dañe tan flagrantemente la dignidad de los espectadores ?

Muchos son los que defienden este tipo de programas, alegando que cuando ellos ven la tele, simplemente buscan entretinimiento. Este término parece haber cambiado de connotaciones. Pensaba que el entretinimiento podía articularse sobre el ingenio o la inteligencia. Pero no. La sociedad contemporánea avanzada, y por tanto, acomodada, entiende el entrenimiento como algo vacío. Los espectadores de programas como Gran Hermano, totalmente respetable, no buscan entrenimiento, Buscan un rato donde el pensar por si mismo esté de más, donde todo se lo den hecho, donde solo haya que dejar el sentido auditivo en marcha, obviando el sentido más importante que nos diferencia de todo el resto, la razón.

Alex

lunes, 8 de septiembre de 2008

Nuestra particular ''democracia''

Nuestra clase política y los medios de comunicación comprometidos con el sistema social y económico imperante en la mayor parte del mundo, a menudo llenan sus discursos y sus editoriales de acusaciones de déficit democrático de gobiernos como el de Hugo Chávez, o el gobierno de los hermanos Castro. El gran error sociológico de aceptar ese discurso de ''demonización'' de todo aquello que no se parece a nuestro sistema, es el estar realmente engañados y manipulados.

Nos bombardean cada día con lo buena que es la democracia, con lo fuerte que es nuestro sistema democrático surgido de esa mediocre transición. ¿Realmente vivimos en una democracia? Hoy mismo los periodicos afines a los grandes, me refiero a los partidos de masa, Partido Popular y Partido Socialista, nos han vendido un acuerdo entre ambos partidos en materia judicial. Ambos partidos han escogido nueve vocales del Consejo General del Poder Judicial, de los 20 jueces que componen el organismo. Para que en un territorio exista ''democracia'', se deben dar varias condiciones. Una elecciones libres cada cierto tiempo, una oferta amplia de partidos políticos donde elegir, capadidad de revocación de ese gobierno, y la famosa división de poderes. ¿Que dirían Locke, sus contemporaneos y los clásicos liberales progresistas de nuestra democracia? Que no lo es. La, no tan joven, democracia española carece de una democracia, entendida siempre, como democracia liberal, ya que la separación de poderes no se da en ningún sentido. Hoy, el partido en el gobierno (PSOE) y el partido en la oposición (PP) han decidido la composición del mayor organismo judicial de nuestro estado.

Parece ser que nuestra idílica y perfecta democracia (liberal) hace aguas, como la gran democracia estadounidense o todas las democracias europeas. Sabiamos que el estado del bienestar, y el estado, como organismo político, estaban sufriendo una crisis institucional y una pérdida de poder gracias ( o por culpa) del pésimo fenómeno de la globalización. Lo que no sabíamos, pero intuíamos, es que el sistema democrático liberal, que grandes pensadores como Locke o Mill idearon, tambien está en crisis.

Alex